Con Marcela y Juan todo fue bonito de principio a fin. A ellos los conocimos personalmente el día de la boda y al instante sentimos mucha confianza para registrar su día.
Los preparativos estuvieron cargados de mucha tranquilidad y amor, la ceremonia estuvo llena de emotividad y la recepción de una alegría increíble. Marcela y Juan ya convivían desde hace varios años, pero el amor se renovó en el altar y estamos seguros que ahora como familia estarán rodeados de muchas más bendiciones.